Esta desgarradora historia trata de Raju, un elefante de la India que tuvo una vida increíblemente dura. Tras ser arrancado furtivamente de su madre, fue arrojado de un dueño a otro, hasta que quedó viviendo en terribles condiciones, sin refugio por la noche y siendo utilizado como puntal de mendigos durante todo el día. Raju sólo sobrevivía de los turistas que pasaban y a veces tenía que comer plástico y papel mientras estaba encadenado las 24 horas del día. Una organización de defensa de la naturaleza, SOS-UK, no pudo soportar la injusticia y decidió salvarlo en una audaz operación de rescate a medianoche, escribe boredpanda.
El elefante, al darse cuenta de que lo salvaban, se echó a llorar: “Fue increíblemente emotivo. Sabíamos en nuestros corazones que se daba cuenta de que lo liberaban” – afirma Pooja Binepal, una de las rescatadoras en una entrevista con Presspeople. “Las lágrimas empezaron a rodar por la cara de Raju. Algunas sin duda se debían al dolor, pero también parecía percibir que se avecinaba un cambio. Por primera vez sintió esperanza”, afirma Kartick, otro de los rescatadores.
Raju pasó toda su vida en cautividad entreteniendo a turistas e invitados de su dueño. Al darse cuenta de que pronto acabaría su sufrimiento, lloró de alegría.
Los elefantes tienen un hipocampo muy grande, una estructura cerebral vinculada a las emociones que es mucho mayor que la de cualquier ser humano. Aunque no estamos seguros al 100%, la investigación científica apoya la opinión de que los elefantes lloran como parte de una respuesta emocional.
Pasó 50 años encadenado, a veces teniendo que comer plástico y papel para llenar el estómago.
Afortunadamente, tras largos años de sufrimiento, Raju fue salvado en una valiente operación de rescate a medianoche por Wildlife SOS UK.
El dueño de Raju intentó impedir el rescate, poniéndole cadenas en las patas y gritándole órdenes para aterrorizarle. Pero los rescatadores se mantuvieron firmes. Mientras lo hacían, las lágrimas empezaron a rodar por el rostro de Raju. “Por primera vez sintió esperanza”, dice Kartrick.
Las cadenas estaban tan apretadas que tardaron 45 minutos en liberarlo.
Raju fue conducido al santuario por valientes rescatadores 350 millas hasta el Centro de Conservación y Cuidado de Elefantes de la organización benéfica en Mathura.
El elefante estaba tan agotado que apenas podía moverse.
Raju dio sus primeros pasos hacia la libertad un minuto después de la medianoche del 4 de julio, saboreando por fin lo que se siente al ser independiente.
La organización benéfica está segura de que Raju pasará el resto de su vida libre de sufrimiento.
Estamos muy agradecidos de que Raju esté a salvo.
Esta historia apareció originalmente en boredpanda.com